martes, 4 de abril de 2017


Verdadero amor en la ciudad del murmullo

Vivo entre una gran masa de humanos.

Somos muchos y vamos solos.

Como la calle de Madero está repleta de gente

Y cada quien es un individuo.

Las parejas van acompañadas pero solas.

Los murmullos de todas las bocas

Distraen a una sobrestimulada ciudad de la desconcentración.

El individuo vive acompañadamente solo.

Sus besos son como cajas de cerillos.

Calientan y queman.

Más luego se apagan y son cenizas que se lleva el aire.

Callo porque no puedo evitar que se unan….y dejen un cerillito.

Que sólo encuentre trabajo en un supermercado.

Soy amigo del lenguaje

Porque es la parte poética de la vida.

Las masas de humanos están desgastadas de tanto usufructo de una élite,

Han malbaratado la vida hasta que el crimen sea algo cotidiano e impune.

Ante seres vivos que no viven,

Vamos solos pero acompañados de nosotros

Y nosotros acompañamos a otros solos.

El ser humano es casi una máquina, un zombi, un robot, una telepantalla carnal.

La fábrica expolia al río humano que antes fue fluido y antes besos.

En esta soledad biológica,

Los autómatas compiten,

Más ante todo mi principio es ser feliz.

Así,

Si tus besos de ti, de ti, y de ti,

No me correspondieron,

Estaré contento a pesar de ello,

Porque me acompaña la amistad

Y una soledad biológica

 que también es una delicia

que da pasos al verdadero amor

a pesar de que los murmullos susurren monólogos.

Genaro Zúñiga

2016

 

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