Verdadero
amor en la ciudad del murmullo
Vivo entre una gran
masa de humanos.
Somos muchos y vamos
solos.
Como la calle de Madero
está repleta de gente
Y cada quien es un
individuo.
Las parejas van
acompañadas pero solas.
Los murmullos de todas
las bocas
Distraen a una
sobrestimulada ciudad de la desconcentración.
El individuo vive
acompañadamente solo.
Sus besos son como
cajas de cerillos.
Calientan y queman.
Más luego se apagan y
son cenizas que se lleva el aire.
Callo porque no puedo
evitar que se unan….y dejen un cerillito.
Que sólo encuentre
trabajo en un supermercado.
Soy amigo del lenguaje
Porque es la parte
poética de la vida.
Las masas de humanos
están desgastadas de tanto usufructo de una élite,
Han malbaratado la vida
hasta que el crimen sea algo cotidiano e impune.
Ante seres vivos que no
viven,
Vamos solos pero
acompañados de nosotros
Y nosotros acompañamos
a otros solos.
El ser humano es casi
una máquina, un zombi, un robot, una telepantalla carnal.
La fábrica expolia al
río humano que antes fue fluido y antes besos.
En esta soledad
biológica,
Los autómatas compiten,
Más ante todo mi
principio es ser feliz.
Así,
Si tus besos de ti, de
ti, y de ti,
No me correspondieron,
Estaré contento a pesar
de ello,
Porque me acompaña la
amistad
Y una soledad biológica
que también es una delicia
que da pasos al
verdadero amor
a pesar de que los
murmullos susurren monólogos.
Genaro Zúñiga
2016
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